Caracas, 12 ago (EFE).- Los trabajadores de la estatal venezolana Ferrominera del Orinoco comenzaron hoy una huelga indefinida para exigir el pago de deudas salariales por la empresa, dedicada al procesamiento y venta del hierro y sus derivados.
Los trabajadores están parados "porque nos están violando el contrato colectivo", dijo a los medios locales Ramón Arrioja, operador mayor del Departamento de Producción de Ferrominera.
Arrioja afirmó que al paro se han sumado todos los trabajadores de la Ferrominera, unos 6.400, que se han declarado "en paralización indefinida" o al menos hasta que el ministro de Industrias Básicas y Minería, Rodolfo Sanz, ofrezca soluciones.
El portavoz dijo que las deudas salariales que reclaman incluyen el pago de un de un salario retroactivo desde el 5 de enero al 31 de mayo pasados, así como otros beneficios establecidos en el convenio colectivo.
"Dicen que no hay real (dinero) y que la empresa está en quiebra (...). Nos deben, no tenemos ni papel sanitario, el agua está contaminada, no tenemos nada (...). Los equipos de las minas están parados por falta de insumos, no hay aceite, repuestos", agregó Arrioja.
Otro trabajador de Ferrominera que se identificó como Rubén González, dijo a la cadena "Unión Radio", de Caracas, que la gota que colmó el vaso fueron las afirmaciones de que "en la empresa no pasa nada" de líderes sindicales el pasado sábado durante una visita a las instalaciones del presidente venezolano, Hugo Chávez.
Chávez anunció en esa visita inversiones de 313 millones de dólares este año para reflotar las empresas básicas adscritas a la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), entre ellas Ferrominera.
También anunció la creación de la "Corporación del Hierro y del Acero, y de la Corporación Socialista del Aluminio", dependientes del Ministerio de Industrias Básicas y Minería, como parte de los planes del Gobierno para recuperar la productividad de las empresas básicas de la sureña región de Guayana.
El pasado 16 de julio, Sanz pidió "paciencia" a los trabajadores de las empresas básicas del aluminio, que entonces reclamaban con una huelga de al menos tres días el pago de beneficios salariales, y anunció la cancelación de esas deudas a partir del 31 de julio.
El ministro alegó que el "problema estructural" del sector del aluminio se ha agravado con el aumento de los costes de producción, que cifró en 3.700 dólares por tonelada mientras que el producto se vende a menos de 1.600 dólares la tonelada, agregó.
Dirigentes sindicales afirmaron en julio que el Gobierno se muestra pasivo ante el desmoronamiento de ese sector industrial venezolano, y alertaron que su posible colapso en pocas semanas si no hay una intervención decidida del Ejecutivo. EFE
gf/mmg
miércoles, 12 de agosto de 2009
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